La tecnología PalmSecure ha mostrado mejores resultados que la biometría táctil, ya que el patrón que dibujan las venas de cada persona es más seguro al no poder modificarse fraudulentamente. Un sensor emite rayos casi infrarrojos hacia la mano y detecta la sangre que circula por ellas de vuelta al corazón desoxigenada, lo cual muestra las venas como si dibujaran un patrón negro. El sistema registra el patrón y este se almacena de forma codificada en una base de datos y así se logra verificar la autentificación de las personas. El sistema tiene una precisión enorme, ya que tiene un ratio de rechazo de 1/10.000 y de falsa identificación de 8/10.000.000.
Además de la justicia, el comercio también puede verse beneficiada por este sistema biométrico, ya que agiliza los procesos de pago y registro. Fujitsu presenta una solución de pago con la que un cliente puede asociar la palma de su mano a una cuenta corriente de tal manera que cuando pase por caja solo tenga que posarla en el dispositivo PalmSecure y olvidarse de sacar la tarjeta de crédito o de pulsar un código PIN.
La compañía nipona presentó en la jornada una solución que mezcla las tecnologías RFID con el sistema PalmSecure. Gracias a una etiqueta inteligente que incorpora un chip con información sobre cada prenda de vestir, con solo posar la ropa en un mostrador, el sistema reconoce cuál es su precio y qué talla o características la definen.
Una vez que el ordenador de la tienda ha efectuado este reconocimiento, el cliente puede posar su mano en un sensor que, al reconocer el patrón de sus venas, asociaría la compra a su cuenta corriente. De esta manera, con solo un gesto, la compra se acelera y se evitan esperas.
Además, las tiendas pueden tener un mejor control de su stock, ya que las etiquetas emiten información que les ayuda a hacer sus inventarios. En solo unos segundos, un dependiente será capaz de contabilizar todas las prendas que hay en una tienda al encender el dispositivo de lectura.